Doce años de Iker Casillas

13.09.2011 11:07

Ayer hizo una década y 730 días desde que un joven imberbe hacia su debut oficial con el Real Madrid. Aquello sonó por entonces a un hecho aislado fruto del infortunio que se había cebado con los porteros de la primera plantilla merengue.

Con Bodo Illgner y Albano Bizarri fuera de combate, se le abrieron las puertas de la titularidad. Ése desconocido se bautizó con honores en San Mamés. Actualmente su nombre es reconocible a lo largo y ancho de los cinco continentes: ‘Iker Casillas’ ganándose el apodo de ‘San Iker’. Un chico humilde de barrio que nunca renegó de sus orígenes. “¿Galáctico? Yo soy de Móstoles”, decía cuando se buscaba una forma de calificar a la congregación de estrellas en la primera legislatura de Florentino Pérez, que hizo de un club la mayor de las apuestas de fútbol.

Las imágenes en La Catedral permanecen imborrables en su mente y la de todo madridista. A sus 17 años pasó con nota su primer examen con la curiosidad de ver en ese partido a Fernando Hierro efectuar los lanzamientos de puerta. La tardanza en las recuperaciones de Illgner y Bizarri le dio continuidad hasta convertirse en insustituible. En el presente podemos decir sin miedo al equívoco que es el mejor portero del mundo.

Memorables fueron sus actuaciones con el Madrid en Glasgow, donde tuvo que sustituir a César en los minutos finales, erguiéndose como una de las apuestas en Champions League durante la novena Copa de Europa. Capitán del Madrid y también de la Selección rompió el maleficio de los cuartos en la Eurocopa con su intervención en la tanda de penaltis ante Italia y con su pie ante Robben en el Mundial, colaboró en la mayor gesta de nuestro fútbol. Suma 576 partidos oficiales con el Madrid y 126 con la Selección. Con el tiempo ha conseguido el respeto y la admiración de compañeros y rivales por su cercanía, carisma, carácter afable y deportividad.