Joaquín sabe resarcirse de los errores del punto fatídico

25.10.2012 13:28

Otra vez Joaquín, quién si no. En poco más de cinco días ha repetido una singular gesta con el Málaga. Errar un penalti y dar la victoria a su equipo poco después.

Todo comenzó ante el Valladolid en La Rosaleda en el marco de la Liga BBVA. Falló desde la pena máxima, pero después se sacó un gesto técnico de la chistera delante de las barbas de Dani Hernández, guardameta pucelano. Al más puro estilo de un jugador de fútbol-sala le dribló en plena área pequeña cerca del minuto 90. Los tres puntos se quedaban en casa.

Frente al Milan lo hizo nuevamente. Le falló la puntería ante Amelia porque tenía reservado algo mejor para la grada. Combinó con Iturra y batió por bajo al italiano después de una sensacional asistencia de su compañero. Corría el minuto 63 y marcaba el camino hacia el tercer triunfo en Champions. En caso de nuevo penalti, lo volverá a tirar. A la tercera va la vencida, dicen.

Los años le sientan bien al bueno de Joaquín. A sus 31 primaveras recuerda al de su etapa en el Betis. Por aquel entonces media Europa se rifaba sus servicios. Barça y Madrid entre otros muchos llamaron a su puerta. Lopera le retuvo en contra de su voluntad más de la cuenta hasta que el Valencia se presentó como su única vía de escape para ganar dinero jugando a lo que más le gusta. En cinco temporadas en la ciudad del Turia se hizo con una Copa del Rey, concretamente en la 2007/2008. 

Si el Málaga se mantiene  en lo más alto en Liga y además noquea a todos sus rivales en la Champions es en gran parte al andaluz. Algunos le daban por jubilado como ché. Sin embargo, en la Costa del Sol es otra vez decisivo desde el costado derecho. El proyecto de Pellegrini no se entendería en estos momentos sin él.

La marcha de Cazorla, una de las grandes apuestas en el Mundial de Sudáfrica, le convirtió en el hombre más importante del vestuario. Dentro del campo está respondiendo con creces. El público lo sabe, por eso ante el Milan recibió una sonora ovación. A cinco minutos para el final le sustituyó Duda. La Rosaleda se puso en pie para despedirle. No es necesario invertir en un nuevo ídolo, ya se encuentra en la plantilla.